domingo

¿Que es lo que buscamos? aquí está la respuesta

Mucho esfuerzo nos demandó conseguir que "Vicc" nos contara su experiencia, un vez doblegada su resistencia a compartir su intimidad tuvimos que superar otro gran escollo....las palabras, que o cuales utilizar para transmitir una sensación, esta misión resultó tanto o más difícil que la anterior. El resultado que conocerán a continuación es la suma de todo ese esfuerzo, asi que leanlo con mucho respeto, aprendan y comparen de él sus propias experiencias y traten de comprender lo dificil que es para una mujer compartir y transmitir su intimidad.

¿Qué es para ti un orgasmo?

Una sensación de profundo placer emocional y en lo que yo describiría como una percepción o sensación de saciedad en todo el cuerpo y en la mente, producida por una relación sexual.

¿conoces el Punto G, Como llegaste a él?

Llegue de casualidad a conocerlo, las circunstancias del lugar donde estaba haciendo el amor no eran las tradicionales, esa primera vez fue impactante y me provocó un llanto, pero no de pena, sino de alegría, de gozo de placer, fue un poco angustiante porque sentía que venia o que había algo y cuando llegué al orgasmo fue como una liberación muy grande, una suerte de descompresión.

¿Cuántos tipos de Orgasmos reconoces tu?

Principalmente distingo con claridad los clitorianos, vaginales y de Punto G, aunque para mí, un orgasmo de Punto G es como uno vaginal pero de mayor intensidad.

¿Todos tus orgasmos son vaginales, haz tenido orgasmos sin penetración o estimulación vaginal?

Durante mi vida sexual he aprendido sola a reconocer mi cuerpo y las sensaciones que acompañan una relación sexual, por lo tanto, en la medida que he ido perfeccionando mi vida sexual, he determinado distintos tipos de goce y he aprendido a estimularlos y disfrutarlos. Un punto importante es estimular el movimiento de los músculos vaginales.

Un orgasmo clitoriano producido por caricias o por sexo oral es perfectamente alcanzable y puede resultar tanto o mucho más gratificante que un orgasmo vaginal con penetración, es cosa de adecuarse a las circunstancias y al lugar. Yo por lo menos puedo hacerlo en cualquier lugar y momento, solo requiero estar con la persona que amo, en un ambiente propicio, eso si, tengo que estar muy bien emocionalmente, como se dice en la actualidad “cero rollos”.

¿podrías describir los distintos tipos de orgasmos vaginales?

A mi parecer en el orgasmo clitoriano la sensación de plenitud es de corta duración, requiere de mucha concentración, debo estar dedicada especialmente a lo que se me está haciendo, es como si estuviera viéndolo (imaginármelo, mentalizarme), es intenso y estremecedor, la duración depende de mi concentración, aquí tengo un detalle importante, si quiero seguir teniendo orgasmos clitorianos no puedo relajarme y ponerme a sentir, si lo hago lo pierdo, debo mantener la concentración.

Los orgasmos de Punto G y los vaginales requieren de mucha concentración hasta encontrar la sensación de placer, es intenso, potente, provoca un estremecimiento generalizado y una vez que se alcanzan provocan la sensación de insaciedad, siempre quiero más. Cuando ya hemos logrado tener uno, puedo relajarme para sentirlos, no necesito seguir concentrada, es como una Puerta o llave que se abre y mientras tenga fuerzas mi pareja para acompañarme, puedo tener más y mejores orgasmos.

Es importante de destacar que en todas las veces que se consigue, al tener los ojos cerrados se ve una luz (es como ver mi aura, como si una luz me envolviese), se pierde la conciencia del tiempo, del espacio y la sensación de placer y éxtasis es generalizada en mente y cuerpo.

¿en que se diferencian unos de otros?

Básicamente y desde mi punto de vista, se diferencian en intensidad y duración, los orgasmos clitorianos requieren mucha concentración, son intensos pero cortos y muy focalizados, en cambio los orgasmos vaginales y los de Punto G, son más trabajosos para encontrarlos, pero una vez que se activan provocan un placer intenso y generalizado y puedes sentirlos hasta que tu compañero te acompañe.

¿Has logrado tener una eyaculación femenina, que sientes, ocurre junto con un orgasmo o puedes diferenciar la sensación que produce?

Siempre esta asociada al orgasmo de Punto G, o sea es una consecuencia de él, yo lo definiría como un eslabón superior. Comienza con una sensación de represión, es decir se siente que va a explotar o que va a salir un “algo” y tu sabes que lo puedes reprimir, ese es el punto que yo llamaría de no retorno, se viene una sensación muy similar a las ganas de orinar, va aumentando su intensidad hasta un punto en que si tu decides aguantarte se desaparece, pero si decides literalmente “hacerte pipi” la sensación de liberación que acompaña la salida de la “amrita” es “EXTRACORPORAL”, alucinante, éxtasis total. Unos segundos antes de la liberación de la “amrita” se produce una contorsión espontánea del cuerpo hacia atrás, es como un acomodo, luego un relajo total de los órganos facilita la salida de la “amrita”, en este momento tengo como una sensación de volar de despegar los pies del suelo, finalmente la luz y la sensación de saciedad y de estremecimiento propias del orgasmo vaginal.

¿Has logrado eyacular sin orgasmo o sin estimular el punto G?

No, a mi juicio es imposible, si yo quiero tener una eyaculación femenina debo, necesariamente, estimular generosamente el Punto G, después hay que dejarse llevar por las sensaciones, es como un camino que está trazado, si lo sigues llegarás al climax.

En una relación sexual con tu pareja, ¿puedes decidir y buscar el tipo de orgasmo que quieres? ¿Puedes sentir diversos tipos de orgasmos en una misma relación?

Si, eso es la mejor parte de llegar a descubrirlo, por ejemplo si quiero tener un orgasmo de Punto G, no dejo que mi pareja siga sobre o detrás de mí, pido cambio y yo me subo sobre él o bien me dejo acariciar para que me estimule manualmente la zona del Punto G, esto es muy útil cuando la intimidad no es óptima, con una simple caricia también se puede tener un placentero orgasmo

También te puedo decir que una vez que conocí y comencé a disfrutar de mi cuerpo y en especial de mis orgasmos, me di cuenta que yo era dueña de decidir hasta donde quiero llegar y de lo que quiero sentir, esta situación me sirvió de mucho ya que en la actualidad siempre que tengo sexo estoy buscando la forma o el acomodo de alcanzar un Orgasmo de Punto G en otras posiciones, a veces resulta y otras no, pero lo importante es que se transformó en un erótico y placentero desafío.

Por otra parte si la ocasión no permite que pueda hacer lo que yo quiero, me relajo y disfruto con “lo que hay”, al tener claramente identificada las sensaciones es cosa de mentalizarse y comenzar a disfrutar.

¿QUE HA SIGNIFICADO PARA TI ALCANZAR EL PUNTO G, DESDE EL PUNTO DE VISTA DE TU RELACION DE PAREJA?

Es sentir que esa pareja es tu otra mitad perfecta, sabe lo quiero, como lo quiero y como dármelo, requiere que el piense en mí antes que en él y eso es una demostración de entrega. A permitido un enriquecimiento de nuestra vida sexual, le ha aportado la variedad, transformando una relación parejita, en una constante búsqueda de placer, con la persona que amo, sin extravagancias, sin terceros, sin elementos extra naturaleza, siempre es útil un gel lubricante y las ganas de conseguir un orgasmo.


Amigas y amigos, si este relato ha sido útil, como mínimo agradezcan a su autora para que sienta una retribución a su voluntad de compartir su intimidad.

Próximo capítulo.....el Punto G y su relación con el coito anal.-

sábado

La búsqueda en pareja.

A las dificultades de la búsqueda en solitario, se contrapone la búsqueda en pareja, nada más gratificante que, de común acuerdo, comenzar la búsqueda y el gozo del Punto G, habiendo antes concordado los términos de esta travesía.

Ya sea porque uno de los dos lo propone o por la necesidad de fortalecer la relación mediante subterfugios naturales y normales, la búsqueda del Punto G implicará un dinamismo y una revitalización de la vida sexual de la pareja.

Lo primero es saber lo que se busca y para esto nada mejor que la conversación previa y es aquí donde la mujer juega un rol fundamental. La aplicación de lo ya descrito largamente en los capítulos anteriores será primordial, ya que si a su lado tiene un hombre que desconozca la fisiología femenina, lo más probable que esta intención termine sólo en una gran frustración.

Presumiendo un escenario ideal, sin cuestionamientos al respecto y con un alto grado de madurez y apego del uno por el otro, podemos comenzar a describir lo que será nuestra búsqueda en pareja del mítico Punto G.

Para la búsqueda en pareja, lo primero que debemos procurar es una estimulación intensa y constante de la zona vaginal, para esto no deberemos escatimar esfuerzos, sexo oral, caricias externas e internas, penetración, y un amplio y apasionado etc. Lo importante es obtener un alto grado de excitación sexual.

Una vez alcanzado, según los ritmos y hábitos de cada pareja, el hombre deberá comenzar con una estimulación digital del área del Punto G, cuando producto de las caricias sea perceptible un cambio en el aspecto físico de la vagina y la mujer comience a percibir las señales de algo “distinto” será el momento de entrar a la segunda fase un poco mas intensa.

La mujer deberá pararse o apoyarse sobre sus rodillas y buscará la forma de acomodarse de tal forma que su cuerpo quede erguido exponiendo su espalda al hombre, con las piernas separadas. En esta posición el hombre deberá ubicarse detrás de ella y en el momento propicio deberá introducir su dedo pulgar en la vagina, con el que procuraremos intensificar la tonificación del área del Punto G, sumando a lo anterior, la estimulación constante del clítoris con el dedo índice. Esta caricia realizada en el momento propicio y de la forma adecuada, será conducente después de unos minutos, al primer orgasmo de Punto G de la mujer.

A continuación y según sea el deseo, la voluntad o la pasión de cada pareja, se puede buscar la estimulación del Punto G con diferentes posiciones. Lo importante de señalar es que una vez activado, no habrá límites, por lo tanto a partir de este momento, se podrá estimular el Punto G, de forma ininterrumpida y nuestra relación habrá adquirido bríos nunca antes imaginados.

Próximo capítulo, qué buscamos, cual es la diferencia entre un orgasmo “Normal” y uno de Punto G.


Quinto Capítulo, La iniciación del Punto G. II Parte

Recapitulando….

Un entorno de paz, tranquilidad, una atmósfera cargada de pasión y un profundo sentimiento de amor, que permite un acto de entrega y sumisión total, son los requisitos mínimos para llegar al punto en donde las mujeres “estallan al Amor”.-

La madre naturaleza y su sabiduría llevan a la mujer que así lo desee, a este estado superior en cuanto a relaciones sexuales se refiere, después de un proceso de aprendizaje y maduración sexual. Es altamente probable que una mujer sana, libre de trancas o traumas sexuales y con ganas de revitalizar a su relación amorosa, pueda comenzar a explorar y disfrutar de los orgasmos del Punto G. Es trabajoso, requiere de mucha paciencia y buena disposición, pero la recompensa es tremendamente gratificante y enriquecedora para sus parejas, para su relación, para su cuerpo, para su mente y para su espíritu.

La Búsqueda por el Hombre.

Lo primero que deberá tener el hombre que determine salir a la búsqueda del Punto G y llevar a su pareja a ese nivel de gozo, será mucha paciencia, nada de apresuramientos, ya que a diferencia de la mujer, que puede ir acomodando la posición de acuerdo a las percepciones o sensaciones que experimenta, el hombre deberá, captar señales externas, usar su intuición y tener mucho auto control para evitar apresuramientos.

En segundo lugar, se deberá identificar claramente la zona en donde se ubica el Punto G y es imprescindible que él pueda palpar los diferentes cambios que experimenta esta área según sea el grado de excitación de la mujer (leer y aplicar detenidamente lo descrito en “Procedimientos Básicos y Técnicas”).

Determinado el momento justo, recomiendo iniciar nuestra aventura con ella acostada sobre su espalda, con las piernas separadas y flectadas (ver figura). Una suave caricia con el dedo medio en la zona del Punto G, con movimientos circulares, proporcionando una leve presión sobre el área, que a estas alturas será claramente perceptible. Al cabo de algunos minutos de acción, se palpará claramente como esta zona aumenta su volumen y adquirirá una textura similar a una esponja llena de agua.



En este momento se puede iniciar una segunda fase un poco más intensa, concentrando las caricias y aumentando la presión que se ejerce, para esto se recomienda hacer el mismo movimiento que se hace con el dedo índice cuando se quiere llamar a alguien, pero en esta ocasión debe hacerlo con el dedo medio dentro de la vagina de tal forma que la yema del dedo quede rozando con la zona donde su ubica el Punto G. Este movimiento se puede hacer constantemente o a intervalos, variando la intensidad de la presión ejercida sobre la pared frontal de la vagina y la velocidad del movimiento, así al cabo de algunos minutos de acción constante, podrán comenzar a captar las señales que les permitirán reconocer la llegada de los orgasmos producto de la estimulación del Punto G. (¿Cuáles son, Cómo se distinguen, En qué se diferencian? “in extenso” en un próximo capítulo).

Algunos detalles finales no menores, si el deseo del hombre es conducir a su pareja hacia el gozo del Punto G, es extraordinariamente importante la suavidad y la sutileza, no deben afanarse en la búsqueda, es recomendable hacerlo por etapas e ir incursionando cada vez con mayor prolijidad y duración hasta alcanzar el estado ideal, ante cualquier señal de incomodidad o dolor, es mejor abortar la misión, comenzar de nuevo o bien dejarlo para otra ocasión.

Es necesario, además, procurar un alto grado de lubricación, si esta escasea, se deberá recurrir a lubricación externa, (recomiendo Gel en base de agua, en venta en las mejores farmacias).

En resumen, una mujer puede por si sola buscar y disfrutar del Punto G, para ello sólo requiere tener una relación madura, estable y con un alto grado de compromiso y entrega. Además, debe tener deseos de buscarlo, estar muy atenta a las señales que recibirá y contar con una pareja que tenga la capacidad de poder mantener una erección por un tiempo prolongado.

Factor en contra, si su pareja no tiene la capacidad de resistir o no permanece en la posición adecuada, por el tiempo suficiente, no podrá alcanzar el Orgasmo de Punto G.

Por otra parte, el hombre puede dar a su pareja el inconmensurable placer orgásmico que significa encontrar y estimular el Punto G, para esto sólo requiere paciencia, voluntad y una enorme generosidad, que le permitan preparar y esperar el momento adecuado para realizar las acciones que llevaran a su mujer amada a otra dimensión en relaciones amorosas.

Factor en contra, que su mujer no guste de las caricias íntimas o que sufra de algún tipo de anormalidad que le impida activar su Punto G. En este caso, ningún esfuerzo será conducente a la meta.-

Próximo capítulo, ¿Cómo encontrar el Punto G, en pareja?

jueves

Quinto Capítulo, La iniciación del Punto G.

Una vez alcanzado y reconocido este nivel, el que podemos describir como mínimo necesario, podemos comenzar a descubrir y disfrutar de las sensaciones y placeres que nos entrega el Punto G.

Para que se rompan los mitos que rondan al Punto G y a la eyaculación femenina, es necesario hacer una diferenciación entre quién y como quiere descubrirlo. Para hacerlo facil, he determinado tres categorías:

• Búsqueda de la mujer.
• Búsqueda del hombre.
• Búsqueda en pareja.

Búsqueda de la mujer: Según los libros de sexo Tántrico, el Punto G y la eyaculación femenina son el reflejo de una relación sexual madura, estable en un ambiente de sumisión, entrega y de complementación física y sicológica total. Por lo tanto, la justicia divina dicta que será la mujer la que reciba el gozo y el impacto emotivo que significa alcanzar este estado superior de relación sexual, dejando para el hombre la recepción de la amrita en su cuerpo y la satisfacción física y sicológica que entrega el poder verificar fehacientemente que se ha sido capaz de entregar tanto placer.

¿Esto qué significa?

Que la mujer está preparada para que una vez reunidas las condiciones mínimas, pueda comenzar la búsqueda del Punto G y alcanzar la eyaculación femenina por si misma. Esto no quiere decir, ni es sinónimo de autoestimulación, ya que, a diferencia de los orgasmos clitorianos, la estimulación del Punto G está directamente relacionada con la percepción de sensaciones y señales que son propias de un acto de entrega con relajo físico total, cualquier reacción en sentido contrario desencadenará en la pérdida de éstas y por ende no será posible estimular adecuadamente el Punto G o no se logrará llegar a la eyaculación femenina.

Como ya fue descrito en un capítulo anterior, identificar los cambios, los ciclos y captar las sensaciones, es una labor netamente femenina y a mi juicio, en su desconocimiento está la principal causa que muchas mujeres no puedan llegar siquiera a imaginar que existe una posibilidad de alcanzar un estado de gozo sexual muy superior a lo ya conocido.

Entendiéndose por comprendidas y acatadas estas normas básicas podemos establecer entonces que una mujer que quiera iniciarse, lo podrá hacer sola, sin problemas y para esto nada mejor que dirigir la caricias y concentrar los sentidos en el área (ya descrita largamente) del Punto G.

¿Cómo o cuál posición es la mejor?

Lejos y por paliza la mejor posición para iniciarse es con el hombre tendido sobre su espalda y con ella sentada sobre él mirándose las caras (vea figura).



En esta posición la mujer puede controlar y dominar totalmente el grado de penetración y por ende, concentrar el roce del pene contra el área de estimulación del Punto G, está postura deberá mantenerse por el tiempo que sea necesario hasta que producto de la acción del pene sobre el área determinada, se perciban, lo que denominaremos, “sensaciones distintas” a las habituales.

Ante la pérdida de concentración o cualquier síntoma de incomodidad se debe comenzar de nuevo. Las sensaciones aparecen y aumentan en intensidad en la misma medida que se comienza con la estimulación metódica y ordenada, muy rara vez reaparece después de haber sufrido alguna incomodidad. La mujer debe ser perseverante y estar atenta, dentro de lo posible a los cambios y a las nuevas sensaciones que se presenten.

Entendiéndose que lo aquí descrito ocurre en medio de una relación sexual, se pueden producir imponderables y diferencias en cuanto a las percepciones, pero de seguir en su curso normal, al cabo de algunos días de contínua estimulación y producto del acomodo de la mujer, en cuanto a ubicar por si misma la mejor forma de obtener esta estimulación, se podrá comenzar a obtener, con toda seguridad, una sensación de hinchazón o presión en la zona del Punto G, esto acompañado de la placentera angustia pre orgásmica ya conocida por toda mujer.

Es aquí en donde se puede producir el quiebre esperado o bien puede terminarse todo, ya que para que el orgasmo se produzca, la mujer aumentará la fuerza e intensidad de sus movimientos, este aumento de actividad y las características que adquiere el interior de la vagina, puede producir que el hombre deje a su pareja “corriendo sola” con la consecuente pérdida de la fricción del pene sobre la zona del Punto G y, por lo tanto, la muerte del intento.

Por otra parte, si todo ha salido bien, al cabo de algún tiempo siguiendo estas indicaciones, la mujer debería haber estimulado de tal forma el Punto G que lo más probable es que haya experimentado una serie de orgasmos distintos y muchísimos más placenteros de los ya conocidos por ella.

Si esto es asi, significa que estaremos a un paso de llegar al súblime momento de la eyaculación femenina, pero de eso hablaremos en el proximo capítulo

Esta habilitada la opción de hacer comentarios anónimos, aclaren sus dudas , asi podremos ayudar a otros.-

Cuarto Capítulo, Anatomía, Procedimientos y Técnicas (II parte)

La anatomía del hombre.

El hombre en el descubrimiento y gozo del Punto G, no sólo es necesario, sino que es indispensable, su rol puede aparecer como disminuido o secundario pero a decir verdad, su función en este cometido va mucho más allá de ser un mero espectador.

En primer lugar el hombre debe aportar con el cambio de switch que permita enfrentar el encuentro sexual con una actitud de buscar y entregar placer y bajo ninguna circunstancia pretender descubrir el Punto G con sexo express o de descarga al “American Style”. En la medida que la comunicación entre la pareja se va potenciando, las palabras no son muy necesarias, por lo tanto, si la mujer siente o percibe que su macho ya no la está acompañando en esta aventura y hace rato que la tiene “corriendo sola”, terminará frustrada y desanimada.

En segundo lugar el hombre debe propiciar y facilitar el contacto de la zona erógena del Punto G, en este sentido la naturaleza una vez más actuó con sabiduría y si el hombre tiene medianamente claro donde “actuar” lo logrará sin problemas y por cierto, que para quienes no tengan mucha resistencia o no conserven el vigor juvenil de antes, las manos y en específico los dedos, cumplen perfectamente la función antes descrita y con los mismos resultados esperados.

En síntesis, los hombres no necesitan nada adicional ni extra naturaleza, sólo un cambio de actitud frente a la forma de sostener un encuentro sexual, lo demás ya está a nuestro alcance sólo hay que utilizarlo de la forma adecuada y en el momento propicio.

A cambio del “sacrificio” de bajar un poco las revoluciones y/o de modificar las conductas amatorias, podrán comenzar a sentir y a experimentar la gran satisfacción emocional de poder comprobar “con evidencias” como se han conducido con su pareja hacia los maravillosos caminos del amor Tántrico.-

Procedimientos Básicos y Técnicas.

Para las parejas que de común acuerdo quieran activar y disfrutar del Punto G, e iniciarse en el sexo Tántrico deberán en primer lugar identificar la ubicación exacta del Punto G, tal como se detalla en la figura, se debe explorar la pared frontal interior de la vagina a unos 2 cms. De la entrada vaginal, yo recomiendo hacer una palpación inicial de reconocimiento un día cualquiera, como una actividad inicial y quizas única, sólo con la finalidad que el hombre pueda reconocer el area y archivar en su memoria la textura de esa área y su entorno. Con suavidad y con los 5 sentidos puestos en sus dedos recorra el área antes descrita. Si lo ubica, palpará un área similar a una almendra, con una piel muy rugosa y el entorno podrá percibirse claramente como una cavidad corporal.

La importancia de esta recomendación es que con la palpación de reconocimiento, el hombre podrá hacer una comparación posterior que le ayudará a comprender la importancia y los cambios físicos que se producen al interior de la vagina.

Luego, será necesario que el hombre pueda realizar esta misma exploración pero en un momento de alta excitación sexual. En que momento y bajo que circunstancias queda a libre arbitrio de cada pareja, si se realiza una exploración en este momento se podrá percibir que el área que antes era una almendra habrá crecido y aumentado su rugosidad y el área circundante que antes aparecía como un cuerpo cavernoso ahora se ha convertido en paredes húmedas e hinchadas, además la estrechez y esponjosidad del interior de la vagina serán claramente perceptibles.

Muchas mujeres no conocen su cuerpo ni el funcionamiento y los ciclos de sus órganos, por lo tanto, la mayoría de los hombres actúan de mala forma, no sólo por ese instinto de “semental” que les aflora, sino que también por el desconocimiento propio o compartido del cuerpo femenino.

Autoeducarse, enseñar o adiestrar al hombre para que perciba “físicamente” estos cambios producidos por la pasión y el amor ayudará muchísimo a comprender y diferenciar un estado del otro (hasta al bruto más grande notará la diferencia). Como bien saben las mujeres, es a partir de este momento, es que activan todos los puntos sensitivos al interior de la vagina y es cuando, las mujeres que lo hayan logrado, se pueden incluso alcanzar múltiples orgasmos vaginales y por cierto, que si existe la voluntad para aquello, será más facil comenzar a disfrutar de Orgasmos de Punto G.

Cuarto Capítulo, Anatomía, Procedimientos y Técnicas (I parte)

Hace algun tiempo, el Dr. Árbol volvió a aparecer, ésta vez en su programa de radio respondió las inquietudes de algunas auditoras con relación a la existencia del ya repetido Punto G, la explicación del Dr. Árbol, una vez más fue de antología,…… “Esto es solo un mito –dijo-, No existe la comprobación científica de la existencia del Punto G y su relación con lo que se ha denominado Eyaculación Femenina y/o algún tipo de orgasmo distinto a los ya conocidos, se han disectado (Dividir en cientos de trozos un órgano) muchos tejidos vaginales para buscar la evidencia empírica de la existencia de algún tipo de órgano o glándula que pudiese tener relación con esto y ,sin embargo, la ciencia médica no ha podido encontrar nada”….. ¿¿¿¡¡¡!!!???

¿Cuántas mujeres se habrán quedado conformes con esta explicación?, ¿cuántas continuarán sintiéndose enfermas o sucias?, ¿cuántas tendrán dudas existenciales sobre la posibilidad de seguir adelante en esa sensación distinta que están experimentando?, ¿cuántos hombres, enamorados de sus parejas sentirán que ya no hay nada nuevo en esta relación y sin embargo finen la llave para abrir la puerta mágica del amor tántrico?.

Utilizando la misma argumentación del Dr. Árbol, podríamos pedirle entonces, que nos demostrara en cuantos pechos humanos disectados habrá podido encontrar el alma, lo más probable que en ninguno pero, para todos nosotros no es ningún misterio que la tenemos y justo en medio de nuestro pecho.

Terminar con esta ignorancia y mejorar la calidad de nuestras relaciones afectivas, es la principal razón que me mueve a llegar a esta etapa, en donde sin afán de dictar cátedra y clarificando que no soy una eminencia médica ni un adelantado en técnicas orientales, me permitiré compartir con todo aquel lo quiera las formas y métodos para potenciar su vida sexual utilizando lo que el divino creador nos dio, absolutamente nada más que eso.

Como habrán podido apreciar en los capítulos anteriores, me preocupé de dejar en claro que para alcanzar este grado sublime, en lo que a relaciones afectivas se refiere, debemos primero que todo, tener una relación y órganos sexualmente maduros, debemos poseer un muy buen nivel de comunicación, sumisión y entrega y, por último, debemos tener muy en claro que vamos en camino del gozo espiritual, por lo que será necesario aprender a conectar cuerpo y alma, así que, los ímpetus y las ganas deberán estar bajo control.-

Primero…..la anatomía de la diosa.

Estudios y documentos difundidos masivamente nos dan cuenta que la ubicación del Punto G es el centro de la pared frontal – interior de la vagina, en un área circular u ovalada, ubicada a unos 2 a 3 cms. de la entrada vaginal.

Como la diosa naturaleza es muy sabia y supo que estaba creando “animales concientes y gozadores”, dotó a la vagina de diversos puntos sensitivos y placenteros, para que las hembras de esta especie tuviesen un “gustillo agradable” como incentivo, al momento de reproducirse. La gran diferencia entre orgasmos clitorianos, vaginales y ahora de Punto G, está en que los dos primeros pueden ser alcanzados regularmente en una posición adecuada, por medios naturales o artificiales y por todas las mujeres que así lo deseen. Sin embargo, para llegar al Punto G es requisito básico que el nivel de excitación de la mujer sea altísimo y que sólo en ese momento se comience la estimulación del Punto G.

Para conseguir este estado de excitación cada uno tendrá su camino y le pondrá la música que quiera, pero, las caricias, besos, masajes en el cuerpo y/o en la zonas erógenas y los avatares propios de una relación sexual (con orgasmos “normales” mejor aún), son el conducto ideal para comenzar a palpar o sentir el Punto G.

Lo relevante a destacar, es que tenemos que mentalizarnos en modificar nuestra conducta sexual, ya que será necesario que nuestros encuentros íntimos se alarguen en duración. La paciencia y el control deberán prevalecer ya que no debemos apresurarnos a estimular el área del Punto G, cualquiera que sea la técnica que utilicemos (más adelante conoceremos varias), deberemos esperar el momento propicio para iniciar la estimulación de lo contrario el efecto obtenido será una pérdida del deseo en ella y esto se traducirá en frustración.

Aquí es donde nuevamente aparece el Tantra para confirmar esta afirmación, este libro escrito hace miles de años nos enseña que las parejas que logran este estado superior en materia de relaciones sexuales consiguen esto como una carga de sus potencialidades sexuales, llegar al Orgasmo de Punto G y a la Eyaculación femenina, equivale a la descarga de Amrita un elixir magico y divino, de inagotable fuente que al ser recibido por el hombre potencia sus capacidades sexuales” , en otras palabras, es un premio a la perseverancia, a la entrega y a la pasión, nadie puede pretender que en una escena tipica de sexo furtivo “a la americana” en un ascensor o detrás de una puerta, se pueda alcanzar este estado de supremacía sexual, ese sexo express, es claramente un sexo de “descarga” y es justamente la antitesis del amor Tántrico, por lo tanto a no confundir las cosas, si es necesario rectificar la conducta sexual, recomiendo hacerlo, no se trata de renunciar al sexo express, (que sus atractivos tiene, por supuesto) sino de diferenciarlo claramente del sexo Tántrico. (paciencia oriental le llaman).

Otra dato anatómico femenino importante, antes de irnos a la práctica, es que cualquier contracción de la pared abdominal, aleja totalmente la posibilidad de alcanzar un orgasmo de Punto G, cualquiera que sea la razón, (dolor, incomodidad, susto, intento de autoestimulación) la contracción del abdomen es el reflejo, para la sabia madre naturaleza, que la mujer no está en una situación de relajo total y como veremos más adelante, este factor es clave en el momento de la Eyaculación Femenina.

En conclusión, en la zona indicada, en el momento propicio con la atmósfera ideal, primer paso para llegar al Punto G.


Esto se está extendiendo demasiado, ……próximo capítulo la anatomía del Varón y primera técnica para al alcanzar el Punto G.

sábado

Tercer Capítulo, La Maduración sexual y el Punto G

En la búsqueda de la verdad y comparando nuestra experiencia sexual con la que dicta el Tantra, pudimos encontrar grandes diferencias pero, también, muchas coincidencias. De éstas, la que describe la forma de alcanzar el Punto G, fue la que nos dejó en claro que, sin saberlo, habíamos seguido paso a paso un Manual de Buenas Prácticas Sexuales escrito hace miles de años.

Nosotros comprendimos, una vez descubierto el Punto G, que esto no sólo era algo maravilloso sino que era un regalo, era un premio por tener una vida sexual sana, alegre, sin restricciones, con compromiso, con entrega y con pasión. Como todas las parejas del mundo, hemos debido enfrentar el proceso lógico del desgaste de una relación, pero el Punto G vino a revitalizar, en el momento justo, algo que ya aparecía como monótono y sin chispa.

Años de vida sexual activa, nos conducían por los apasionados caminos de una relación que no necesita demostrar nada, sólo entregar y sentir placer y, lo más importante, sin restricciones.

El sin restricciones fue clave, cuando nos informamos que los aprendices de Tantra debían dar examen ante sus maestros y demostrar, Amrita incluida (eyaculación femenina), que habían escalado a la posición más alta dentro de una relación sexual, nos dimos cuenta que la práctica desinhibida, de sexo entre nosotros, propició que todo el organismo de ella estuviera preparado para su aparición.

No obstante lo anterior, manteníamos nuestras aprensiones en cuanto a la parte espiritual, porque todo lo físico coincidía a la perfección pero en lo espiritual, nosotros estábamos lejos de ser unos monjes ni éramos prácticos de disciplina espiritual alguna, con apuro éramos unos iniciados en el Kamasutra, nada más.

Así fue, que profundizando en esta investigación descubrimos que, en el Tantra, el acto de entrega y sumisión con el que se enfrenta una relación sexual están directamente ligados a lo que los occidentales llamamos amor y pasión, es por esto, que la maduración sexual es tan importante para conseguir que la estimulación del Punto G y la consecuente eyaculación femenina, puedan venir acompañadas de esa sensación de Mega Placer, de dulce angustia, de luz intensa, de inagotable gozo, de despegue de los pies del suelo.

Es por esto que todos los manuales que tratan de inducir a la auto estimulación no siempre son exitosos, es por esto que los análisis y las conclusiones médicas hasta el día de hoy no pueden ser concluyentes a este respecto, es por esto que los consoladores para “PuntoG” son más una novedad que un acierto y la razón de esto es porque es imposible llegar a encontrar esa luz sin sentir, a lo menos, pasión por lo que se hace, ahora si hay amor, tanto mejor.

Es por esta razón que el Tantra, libro que lleva miles de años escrito, habla de amor y sexo sin tapujos ni prejuicios y sin embargo, es la respuesta y la guía para alcanzar este estado superior de gozo sexual.

Próximo capítulo…..Técnicas y procedimientos (creo que las visitas aumentarán exponencialmente),

lunes

El Punto G, y la relación con el amor Tántrico

En la búsqueda de respuestas, para la incógnita que representaban las secuelas húmedas del descubrimiento de este mega orgasmo, fue que tomamos la iniciativa de recurrir a un Médico. Optamos por la que había sido la Ginecóloga de cabecera desde los inicios de nuestra vida sexual, una profesional a la que le tenemos mucha confianza. Una vez narrados los acontecimientos y su consecuencia, el veredicto médico, nos llevó a nuestra primera sorpresa con la medicina tradicional……, tratamiento “urgente” contra una posible infección urinaria y óvulos para una posible infección vaginal…..? En esta ocasión nos revelamos ante el veredicto de nuestra doctora de siempre, nada de lo que estaba pasando tenía relación ni sintomática y ni físicamente a las enfermedades antes descritas.

Salimos a buscar otra opinión y recurrimos al más famoso Sexólogo de la Metrópolis, como es muy poderoso y famoso, sólo diré que era el Doctor Árbol (cualquier similitud es casual), El Doctor Árbol nos dio la segunda sorpresa que nos deparaba la medicina tradicional, muy atte., nos relató que lo había ocurrido era un espasmo producto de un orgasmo vaginal y que producto de esto se había producido una micción forzada mezclada con los humores propios de la fauna vaginal. Bueno, no parecía tan descabellado y por lo menos no nos recetó nada, sólo nos advirtió que podría volver a ocurrir y que tuviésemos cuidado con la higiene.

No muy conforme con las respuestas llegamos a casa, por supuesto que desechamos las recetas y nos sentamos a conversar si lo que el Doctor Árbol nos decía podía ser realidad, pero la conclusión era una sola, no puede haber micción, el fluido es totalmente distinto, no tiene ni olor, ni textura, ni color ni está acompañado de las sensaciones propias de una micción….no, definitivamente, no era una micción.

Así que, una vez desechadas las teorías alópatas, no nos quedó otro camino más que investigar por nuestra propia cuenta. Recurrimos a todos los medios posibles, en la búsqueda aprendimos cosas fantásticas, nuevas e enriquecedoras. Fue así, como descubrimos que ese fluido, que era el corolario de este nuevo orgasmo, no era otra cosa que una Eyaculación Femenina, producto de un orgasmo provocado por la estimulación del Punto G.

Es aquí en donde se abrió una caja de Pandora, una vez conocido el origen focalizamos y profundizamos nuestra investigación, nos encontramos con cientos de páginas y libros referidos a este tema, pero debo reconocer, que la mayoría lo enfoca desde el punto de vista de “como alcanzarlo”, su enfoque está mas en la búsqueda del placer, de venderlo como un gancho hacia páginas pornográficas, en fin, en nuestro caso nunca fue el problema buscarlo o alcanzarlo, más bien, nosotros seguíamos en búsqueda del origen.

En un sitio olvidado en los recónditos fines del ciberespacio, encontramos la explicación que buscábamos, El Tantra, Un curso de sexología escrito hace siglos que, a diferencia de otros, conecta al espíritu de las personas con el gozo sexual. Ahora las respuestas fueron saliendo de a una, sin prisa, sin mucho análisis y con una verdad que se amparaba en un ciento por ciento, con lo que habíamos vivido y sentido, con palabras que salían del alma, con frases que conectaban mente y cuerpo y con un escenario ocurrido hace cientos o quizás miles de años.

El llamado Punto G, no es más que el paso a otra categoría, un eslabón más alto en nuestras relaciones sexuales, concluye el TANTRA. La eyaculación femenina no es otra cosa que “AMRITA”, un elixir mágico y divino, de inagotable fuente y que no hace más que potenciar al macho que lo recibe. Aquí encontramos, también, la respuesta al llanto intempestivo que precedió la primera aparición en ella, esa era la señal del paso a la otra categoría, una suerte de desdoblamiento espiritual causado por el placer, todo estaba descrito tal cual nos pasó, era como ver nuestra sexualidad en idioma antiguo.

El Tantra, como tal merece un capítulo aparte y como toda cosa en la vida, que sea digna de comentarse, puede suscitar diversas opiniones para unos y otros. Lo único relevante, es que gracias a él, pudimos esclarecer todas nuestras inquietudes y todo comenzó a tener un cariz más normal, cuan equivocados estaban los Médicos, cuan equivocados están los que pretenden seguir un manual para alcanzar un orgasmo de punto G, cuan equivocados están quienes pretenden buscar forzosamente un eyaculación femenina. Ahora puedo decir, con mucha claridad y fuerza que para alcanzar y gozar al punto G en plenitud, lo más importante es el amor, la pasión, la entrega física y la predisposición mental al desafío que significa comenzar a dar placer y a sentir placer en otra dimensión.

Continua…….Próximo capitulo, la maduración sexual y su relación con el Punto G.

miércoles

Primer capitulo, El Descubrimiento.

Una tarde de amor, entrega y pasión, en el lugar adecuado y con la tranquilidad propia de una relación estable, apareció. Fue estremecedor, para ella un orgasmo distinto, intenso, profundamente placentero. Para mí, sorprendente, producto de la abundante eyaculación femenina (ahora se lo que era) y algo desconcertante, producto de un intempestivo y suave llanto, que experimentó ella con su aparición.

Con posterioridad, ella comenzó a “desear, explorar, manejar y dominar” sus venidas, teniéndome al comienzo sólo como un mero elemento pasivo. Una vez establecida como “voluntaria”, la aparición de este nuevo status o categoría de mega orgasmo, sólo nos quedaba el misterio del “agüita” que fluía abundantemente con cada aparición.

Sería orina, producto de una relajación total, sería líquido de Cooper, sería un fluido mío, sería una enfermedad urinaria, la verdad es que nos preocupó, pero nunca tanto como para impedir que esta húmeda consecuencia, a veces equivalente a un vaso de agua derramado sobre la cama, pudiese coartar la posibilidad de alcanzar tan sublime orgasmo.

Como buenos y eficientes profesionales nos pusimos a investigar y llegamos al origen (materia de otro capítulo), el que resultó ser tan natural como el mega orgasmo. Este descubrimiento nos permitió avanzar mucho más en la maduración de este placer y resultó la excusa perfecta para iniciar nuevas aventuras en materia sexual, impensadas hasta antes de descubrir al Punto G.

Así es, una tarde de sexo cotidiano, con la misma mujer de siempre, en el mismo lugar de siempre, resultó ser el inicio de una exploración amatoria fantástica y sorprendente, que le dio una fuerza increíble a una relación, que ya parecía monótona y aburrida, y en la búsqueda de una explicación nos enlazó con historias ocurridas hace siglos.

Continua…..El Punto G, y la relación con el amor Tántrico

lunes

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Estoy creando un blog que dará que hablar.